27/01/14
Michoacán es un recordatorio más de que el Estado mexicano está en crisis. Una crisis que no ha parado desde que cambiamos el modelo económico y empezamos a pensar que el mercado podría sustituir al Estado. Las instituciones que construyó el nacionalismo revolucionario se fueron transformando. Primero se hicieron los pactos económicos y políticos: la carga de la retirada del Estado social empezó a cobrarse en los salarios de los trabajadores. Después, a través del liberalismo social, se intentó rescatar y transformar la organización comunitaria en participación política constructiva.
Al final, asumidas las directrices de la doctrina liberal,...