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Desvalorizados los recursos financieros para la atención de la salud materna

Dos hospitales le niegan atención a mujer y fallece , así se titula una nota publicada en el periódico Milenio en línea, el pasado 12 de febrero.

La información da cuenta de que la mujer embarazada acudió primero a un hospital público, en el cual no recibe atención por negativa del personal del establecimiento, argumentando la carencia de personal médico y señalando como una barrera para su atención el que sufría de preeclamsia.

Posteriormente, en la ambulancia de la Cruz Roja que la había auxiliado en su hogar y trasladaba en la búsqueda de la atención— llega a un hospital privado, y el tercero al que acude es nuevamente público. En palabras del esposo “el personal de salud señala la grave condición en que es recibida”. Es decir, se va empeorando su estado de salud por la demora en contar con atención de calidad para su condición. Finalmente, termina con muerte cerebral y fallece a la semana siguiente.

Este relato demuestra grandes errores, no sólo al momento de resolver la emergencia, sino también durante la atención en el embarazo. Desde hace años la autoridad sanitaria ha publicado lineamientos técnicos, documentos que básicamente indican los procedimientos que el personal de salud debe realizar para identificar y tratar la preeclampsia en una embarazada y resolver una situación de emergencia a causa de la misma (eclapmsia). Estos indican que a una mujer que se le identifique preeclampsia, inmediatamente se ubica como un embarazo de alto riesgo y requiere de un seguimiento exhaustivo.

Asimismo, han aumentado los recursos financieros asignados a la salud materna, especialmente para fortalecer la atención de las urgencias durante el embarazo, el parto y el pos parto, ya sea mediante la capacitación del personal de salud y mejorar sus habilidades para responder a cabalidad, o con recursos en gasolina y/o ambulancias para fortalecer la disponibilidad de transporte, o con la contratación de personal sanitario y el abasto de material clínico y medicamentos.

Lo cierto es que en este caso, existe un claro mal trato al igual como el denunciado en El Correo Ilustrado de La Jornada, el mismo 12 de febrero . En la Unidad Médica Las Américas, de la Secretaría de Salud en Ecatepec (EDOMEX), a una mujer puérpera en el mismo día del parto normal, se le da de alta a media noche sin aviso previo y, exponiendo a una situación de riesgo a la mujer y el recién nacido, además de conllevar a incurrir en gastos económicos a una familia de bajos recursos.

En ambos casos (como en tantos otros), la mujer y su familia buscan la atención en las instituciones de salud públicas (y privado en el primer caso) entonces ¿cómo se justifica la negación a la atención?

¿Acaso las prácticas del personal de salud están absolutamente moldeadas por la inercia? Desidia en el mal trato o directamente agresores, personal que coexiste junto con personal de salud sensible y respetuoso de los derechos de las mujeres. No pretendo una reflexión entre valores negativos o positivos establecidos en el personal sanitario, asumo  la obligatoriedad de cumplimientos de las guías de atención en salud materna, las cuales definen sin lugar a dudas el quehacer para las diferentes necesidades y situaciones durante la gestación y el parto. En los últimos cinco años se han enriquecido con los contenidos de los derechos humanos de las mujeres.

En fin, bastante de donde echar mano para que el espacio al equívoco sea reducido. Ahí es donde quiero detenerme y colocar la reflexión: ¿cómo se regula?

No me refiero a la regulación determinada en la normativa, la cual está; ni a las herramientas jurídicas que la población podría utilizar, mismas que también existen, aunque inacabadas y onerosas y por lo mismo insuficientes para su uso generalizado.

Me refiero a la regulación desde los frenos, contrapesos y modificaciones que en la realidad la población pueda realizar a las prácticas de las instituciones de salud, que violan sus derechos humanos con afectaciones a sus vidas. Con el agravante de la indolencia institucional en rendir cuentas de los recursos financieros y en insumos etiquetados para la salud materna.

Si el Estado mexicano realmente pretende garantizar el goce del derecho a la salud en general y los derechos reproductivos de las mujeres en particular, debe rendir cuentas del uso de los recursos públicos en salud materna y conformar una estructura de participación de tal suerte que a todas luces tenga el fin de contrapeso de la gestión pública en salud.

Experiencias innovadoras existen, como el caso de El Salvador, país que desde el 2009 conformó la participación como uno de los ejes primordiales de su política pública nacional en salud. No reduciéndola al colaborar en acciones sanitarias como la promoción de campañas de vacunación, o en contra el dengue, o de afiliación a los seguros de salud entre otras; sino en ejercer funciones de regulación, diseño, seguimiento, y definiciones de cambios.

Todo comenzó con establecer la participación como una de las 10 acciones prioritarias en los cien primeros días de gobierno: 7. Institucionalizar la participación ciudadana a través de la formación de comités intersectoriales a nivel local, municipal, departamental y nacional; que identifiquen las necesidades básicas que más afectan las condiciones de vida de los habitantes y que prioricen su cumplimiento de manera conjunta entre las instituciones del gobierno y la comunidad, donde la participación real de los habitantes de la comunidad es clave en la toma de decisión y en la solución de los mismos. Esta idea de participación se plasma en el Foro Nacional de Salud, que desde el año 2010 a la fecha es el mecanismo articulador del diálogo y puesta en común de los aportes de la sociedad civil, y de las instituciones de salud gubernamentales para la toma de decisiones fundamentales.

Si en México se implementara un modelo de participación con esas características, es legítimo suponer que disminuiría el margen de discrecionalidad e impunidad de los servicios de salud públicos y privados. Por lo pronto hago mías las palabras del esposo de la mujer fallecida en Coahuila: Lamento que habiendo leyes para ello (la atención en salud materna) no se apliquen, que los hospitales actúen sin consciencia, sin humanidad y que como a mí y mi esposa nos pasó, existen muchos casos que no trascienden, pero que suceden todos los días y en todas las clínicas, ya sea privadas o públicas.

Daniel Díaz

http://www.publimetro.com.mx/trapitos-al-sol/desvalorizados-los-recursos-financieros-para-la-atencion-de-la-salud-materna/mobr!9DqilPhuPt2hs/