Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Falta transparencia en el presupuesto 2016

El pasado 8 de septiembre el gobierno federal presentó su propuesta de presupuesto de egresos para el ejercicio fiscal 2016. En este documento el gobierno explica y asigna los montos que se van a gastar en cada ente público, cada programa presupuestario y cada dependencia. Sobra decirlo: es una presentación relevante.

Ya lo hemos sabido todo el año, el contexto en 2015 ha sido complejo. Y para 2016 se espera lo mismo. De acuerdo con la propuesta que presentó el Ejecutivo al Congreso, el conocido y llamado “Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación” alías el “PPEF”, las finanzas públicas están y seguirán apretadas. Por eso los recortes al gasto público en 2015 y también en el año próximo.

EL PPEF 2016 presenta una reducción en todos los ramos administrativos o para explicarlo mejor en las secretarias de estado (educación, salud, medio ambiente, gobernación, etc.). Ninguno se salva, pero el que presenta la mayor caída es el ramo de comunicaciones y transportes, el cual recibirá 25% menos recursos en términos reales que el año pasado. Lo siguen por la magnitud del recorte el ramo de agricultura, ganadería y desarrollo rural (-19.6%); y la oficina de la presidencia (-18.8%).

Son pocos los gastos que no sufren recortes. Algunos de ellos son ramos autónomos como: el poder judicial con un aumento de 27.6% y el poder legislativo con 2.1% más recursos que en 2015. También el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos se salvan de los recortes generalizados.

En el PPEF 2016 se reduce el gasto programable que es el gasto por medio del cual se operan los programas que proveen de bienes y servicios públicos a la población. Mientras que el gasto no programable aumenta, rubro en el que principalmente se incluyen conceptos como el pago de la deuda, el pago de adeudos de ejercicios anteriores y las participaciones que se van a los gobiernos locales.

Se comenta en la exposición de motivos que se van a reducir los servicios personales (sueldos, salarios, honorarios, entre otros) en 3% real en los ramos administrativos y que los gastos de operación (alimentación, telefonía, comunicación social, viáticos, asesorías, entre otros) tendrán una caída de 12.4% en los mismos ramos.

Ante todas estas propuestas de reducción de gastos y rubros, surgen diversas preguntas. La primera, ¿cuáles serán las implicaciones en la calidad y provisión de los servicios y bienes públicos que recibe la población? ¿Cómo va a lograr el gobierno aumentar los impactos de sus programas con menos recursos? ¿Realmente se están recortando los gastos no prioritarios?

Todavía continúan preocupando las consecuencias que tendrá la nueva estructura programática. Es decir, con la fusión y creación de nuevos programas públicos, ¿cómo se garantizará que habrá mejores resultados y más beneficios para la población? Las fusiones por si mismas no garantizan mayores impactos ni tampoco más eficacia y eficiencia para reducir las carencias sociales. Detrás de cada fusión de los programas públicos debe haber una estrategia planeada y coordinada con metas y beneficiarios específicos para que se cumplan las promesas de los nuevos programas.

Cada programa y sobre todo los prioritarios, deben tener mucho monitoreo durante el ejercicio, mucho cumplimiento de la ley y correcciones al gasto si algo no está funcionando. También sanciones, en caso de que se desvíen los recursos públicos. Y mucha claridad de lo que se quiere lograr con cada programa.

Respecto a la transparencia y rendición de cuentas en el presupuesto 2016, continúa faltando información. Se siguen necesitando más datos para saber en qué se están gastando los recursos públicos y también para poder hacer una vigilancia y monitoreo adecuado del gasto público. Por ejemplo, falta publicar la información por partida presupuestaria específica, es decir, explicar de la forma más desagregada posible a dónde van los recursos públicos.

En lo que se refiere a los ingresos, sucede lo mismo. En la Iniciativa de Ley de Ingresos 2016 todavía se requiere más detalle, más explicación. Hay fuentes de ingresos como los aprovechamientos que siguen sin desglosarse. Y la consecuencia de esto, es que al final, no sabemos qué rubros están dentro de esta fuente de ingresos. La falta de información y control, fomentan los malos manejos durante el ejercicio.

Con la presentación del PPEF 2016 nos quedamos más bien con incertidumbre y con la certeza de que en México, la transparencia presupuestaria todavía no se cumple a cabalidad. Tampoco se cumple de manera formal con la participación ciudadana en el ciclo presupuestario. Se requiere seguir trabajando para impulsar el sistema nacional de fiscalización y el sistema nacional de lucha contra la corrupción. Para que se vigile el manejo de los recursos públicos y se impulsen arreglos institucionales que incentiven el buen manejo del dinero público en lugar de incentivar las irregularidades y malas prácticas como sucede en la actualidad. En el PPEF 2016 continúan faltando contrapesos, correcciones y controles del gasto público efectivos.

Liliana Ruíz
http://www.eluniversal.com.mx/blogs/fundar/2015/10/2/falta-transparencia-en-el-presupuesto-2016