El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Violencia contra las Mujeres y cada año se hace además un llamado a la campaña de 16 días de activismo que culmina el 10 de diciembre a propósito de la Declaración Universal de Derechos Humanos cuyo principio fundante es la dignidad de todas las personas y por ende la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.Existen diversas formas de violencia contra las mujeres, que además es considerada una forma de discriminación, una violación a los derechos humanos y un problema de salud pública que alcanza niveles de pandemia. En ese marco ONU-Mujeres invita a los gobiernos, organizaciones, activistas, hombres y mujeres a que luchemos por erradicar la violencia contra las mujeres. Además, ha identificado diversos ámbitos de preocupación de los cuales destacamos la mujer y la pobreza así como la salud.
El caso de Irene Cruz Zúñiga retrata muy bien las consecuencias de ser mujer en una condición social y económica desaventajada además de cómo se entrecruza la violencia institucional en el sector público de salud. Ella, como mujer de la región mixteca, a muchas horas de la capital oaxaqueña, acudió a los servicios de salud pública para ser atendida de su primer –y único- embarazo, pero frente a las complicaciones, que duraron más de un día, se le practicó una cesárea de emergencia que la dejó en estado vegetativo permanente y le fue implantado un DIU sin su consentimiento.
Han transcurrido más de trece años sin justicia ni reparación. Sin embargo, desde hace casi un año Fundar ha acompañado las demandas de la Familia Cruz Zúñiga quienes han cuidado de Irene y de su hijo Epafrodito quien ahora tiene 13 años. El 11 de diciembre de 2013 un magistrado federal determinó que autoridades federales y locales debían proporcionar una adecuada compensación, medidas de rehabilitación, cambios en la atención a la salud, entre otras. No obstante el cumplimiento ha sido lento, el IMSS ya acordó diversas medidas que están en curso de ser implementadas pero que distan de considerarse una reparación integral.
Bajo ese contexto y frente a una justicia ciega que no ve las diferencias y necesidades particulares de las víctimas, más aún que fue omisa durante más de 10 años en investigar, la familia de Irene en conjunto con sus representantes han presentado una demanda internacional ante la CIDH en el mes de octubre y demandan la violación del derecho a la integridad personal, salud, igualdad y no discriminación. Además denuncian la violencia obstétrica de que fue objeto y la falta de la protección judicial necesarias y las intersecciones entre género, etnia, condición social y discapacidad que la colocan en una situación de mayor vulnerabilidad.
Hoy, en este día de acción global para poner fin a la violencia contra las mujeres, exigimos de las autoridades un verdadero cambio que permita garantizar la salud materna de las mujeres y ejercer efectivamente sus derechos.
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Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/24-11-2014/29399.
