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Idoneidad: la clave de las designaciones

En la actualidad, existe cierto consenso sobre los procesos de designación de funcionarios que están al frente de instituciones públicas. Dicho consenso gira en torno a la existencia de un estándar mínimo necesario para el desarrollo y la implementación de procedimientos transparentes que funcionen con la máxima publicidad, tengan criterios claros para la evaluación de las y los candidatos y cuenten con mecanismos para rendir cuentas.

Sin embargo, es común que los procesos de designación se lleven a cabo de forma cerrada y carezcan de información que explique a la ciudadanía de forma clara y sencilla el objetivo de la designación. Asimismo, no se presentan los perfiles de las y los contendientes, ni existe un esquema de consulta a expertos,  mucho menos de la participación ciudadana en la vigilancia y el monitoreo del proceso. Estos aspectos no sólo generan desconfianza, sino que también deslegitiman a las instituciones derivando, en muchos casos, en resultados deficientes en la gestión institucional del organismo en cuestión.

Por ello, es necesario incorporar salvaguardas para reforzar los procedimientos en las designaciones que garanticen la transparencia en el proceso, eviten la inserción de cuotas políticas por parte de grupos de poder y repercutan en la selección de candidatos idóneos, con perfiles que destaquen por sus capacidades profesionales, experiencia y méritos comprobados.

En este contexto, el pasado 21 de junio se llevó a cabo la designación de tres comisionados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en donde fueron elegidas las candidatas Antonia Urrejola (Chile) y Flávia Piovesan (Brasil) y el candidato Joel Hernández (México). Este organismo ha sido un actor primordial en la defensa de los derechos humanos y en la transformación democrática de los países de la región además, ha tenido un papel de contrapeso frente a la violación de derechos humanos en los Estados latinoamericanos.

Para este proceso de designación se creó un Panel Independiente para la Elección de Integrantes de la CIDH conformado por reconocidos juristas y académicos de una comunidad (regional) de derechos humanos. Dicho panel evaluó la elegibilidad de las y los candidatos y emitió recomendaciones para mejorar su selección[1]; sin embargo, fue cuestionado por los criterios que utilizó para valorar no solamente a las y los candidatos, sino también las observaciones hechas por organizaciones de la sociedad civil. En esta lógica, se pusieron en duda los argumentos del panel para determinar el pase de los perfiles a la última fase del proceso. Los cuestionamientos emitidos por organizaciones civiles se centraron en la valoración de la independencia y probidad de las y los candidatos, así como en la responsabilidad del panel para determinar cuáles eran los candidatos más idóneos y no sólo los elegibles.

La idoneidad se determina a partir del expertise, los conocimientos técnicos, la independencia, la trayectoria profesional y la probidad de las y los postulantes. Con base en dichos criterios se pueden elegir a las personas más competentes, porque ser bueno no significa ser idóneo para un cargo. Para ello, hace falta fortalecer los criterios para evaluar a las y los candidatos.

Cabe mencionar también que en el proceso de designación de la CIDH y, gracias al esfuerzo de organizaciones de la sociedad civil y del Panel Independiente, este  proceso contó con más información, transparencia y publicidad que en otras ocasiones. No obstante, aún quedan muchos pendientes alrededor de las nominaciones que realiza cada país, pues la selección que éstos hacen es mediante procesos cerrados y sin consultas. De los seis países que nominaron candidatos en este proceso, sólo Uruguay lo hizo a través de una nominación  abierta. Los mismos retos aplican para la selección que hace la Organización de los Estados Americanos (OEA).[2]

Si deseamos reforzar los procesos de designación, los Comités de Acompañamiento (o paneles de expertos) deben valorar rigurosamente los criterios de idoneidad para que los tomadores de decisión tengan más y mejores elementos de selección.

[1]Informe final del Panel Independiente para la elección de comisionados y comisionadas para la Comisión Interamericana de derechos humanos disponible en: http://files.constantcontact.com/c989549b001/e7bac25b-e977-47fd-87be-be80bcdeae76.pdf

[2]La OEA es la encargada de seleccionar a las y los comisionados de la CIDH, cada Estado emite votos secretos y los nuevos comisionados se eligen a partir de quien tenga más votos. Sin embargo, no se sabe cuál es la racionalidad detrás de cada uno de esos votos.


[ Por Anaid García y Gina I. Chacón ]

[Artículo en El Universal ]