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La sierra norte de Puebla en jaque por el fracking

 

– Investigación señala que la fracturación hidráulica ha sido utilizada en, al menos, 233 pozos perforados en esta región

– El gobierno planea intensificar esta actividad en los próximos cinco años a través de asignaciones a Pemex y contratos a empresas privadas derivados de la Reforma Energética

– El territorio de los pueblos totonaco, nahua, otomí y tepehua de 35 municipios de la Sierra se encuentra amenazado por la explotación de hidrocarburos y la fracturación hidráulica

Este mes de abril se hizo pública la investigación realizada por el Consejo Tiyat Tlali, la Alianza Mexicana contra el Fracking y Fundar, Centro de Análisis e Investigación “La fracturación hidráulica en la Sierra Norte de Puebla: una amenaza real para las comunidades”.

El documento alerta que la región está en la provincia petrolera Tampico-Misantla, la segunda del país en prioridad para explotar hidrocarburos en yacimientos de lutitas (no convencionales) a través de fracturación hidráulica. Si bien las estimaciones son aún muy iniciales, Petróleos Mexicanos (Pemex) calcula que esta provincia cuenta con la mayor cantidad de recursos prospectivos de petróleo y gas húmedo en este tipo de yacimientos, con 57.8% del total nacional. Por lo que el Estado planea intensificar la actividad exploratoria en los próximos años para determinar las reservas realmente existentes, lo que ya implica el uso de la fracturación hidráulica y, consecuentemente, la generación de impactos negativos y daños irreparables a las poblaciones indígena y campesina de la región.

El análisis realizado también permitió constatar que a 2013, existían al menos, 233 pozos en los cuales se ha utilizado esta técnica, situados en los municipios de Francisco Z Mena, Venustiano Carranza y Pantepec, con 121, 98 y y 14 pozos respectivamente. Esta información fue obtenida mediante solicitudes de información realizadas por las organizaciones de sociedad civil, ya que la población no fue informada por el gobierno y, mucho menos, incluida en la toma de decisiones sobre estos proyectos. Esto es reflejo de una de las problemáticas asociadas al desarrollo de esta actividad, la cual se encuentra rodeada de un velo de opacidad y carece de mecanismos de participación efectivos. Esto conlleva la vulneración de los derechos de acceso a la información, participación, autodeterminación de los pueblos, consulta y consentimiento libre, previo e informado, entre otros.

Con base en datos del documento de la Secretaría de Energía “Resultado de la Ronda 0”, que ya no se encuentra disponible, la Sierra Norte se sitúa en dos de las áreas entregadas a Pemex para exploración de hidrocarburos no convencionales, es decir, aquellos que requieren ser fracturados hidráulicamente. La entrega de dichas áreas y la decisión sobre utilizar esta técnica no ha sido informada de manera previa a la población de la zona, en detrimento de los derechos señalados anteriormente. Dentro de las mismas se encuentra, además de los ya mencionados, el municipio de Jalpan.

Las amenazas a esta región no acaban aquí, ya que el Plan Quinquenal de licitaciones para la exploración y extracción de hidrocarburos publicado en junio de 2015 y actualizado en octubre de ese mismo año, también contempla la entrega de contratos para exploración de gas y petróleo no convencional en la Sierra Norte. De esta manera, 13 municipios tienen territorio comprometido como parte de las Rondas 2 y 3 del Plan, que se implementarán dentro de los próximos cinco años. Además, una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por Pemex en 2014 para la explotación de hidrocarburos, incluyendo el uso de la fracturación hidráulica, mostraba que 35 municipios cuentan con potencial hidrocarburífero. Aunque esta MIA fue retirada y el proyecto no fue llevado a cabo, indica que una gran parte de la Sierra se verá afectada por el desarrollo de esta actividad.

La fracturación hidráulica es una técnica que conlleva el uso y contaminación intensiva del agua, que en esta región requiere por pozo 16 veces más agua que la ya impactante explotación de hidrocarburos tradicional. Esta agua es mezclada con más de 750 productos químicos altamente tóxicos y causantes de enfermedades como cáncer y daños en el sistema endocrino y el sistema nervioso. Las fugas de este líquido hacia acuíferos son inevitables, por lo que el ambiente y la población quedarán expuestos a los mismos. Al menos cinco cuencas hidrográficas de la Sierra se verán afectadas, con impactos también en otras regiones. Debido a la extensión territorial que conlleva esta actividad, es incompatible con la agricultura, la ganadería y los modos de vida y supervivencia de los pueblos totonaco, nahua, otomí y tepehua y las comunidades campesinas de la Sierra.

En un contexto en el que el Estado y las empresas están tratando de desarrollar megaproyectos mineros, hidroeléctricos y de fracturación hidráulica en la Sierra Norte y donde se vulnera el acceso a la información, esta investigación se convierte en un valioso aporte para que la población conozca lo que está ocurriendo. Por ello, es urgente dar a conocer los resultados de la misma y seguir promoviendo la prohibición de la fracturación hidráulica, como única medida posible para proteger a la población y el ambiente y garantizar los derechos humanos en esta región y en el país.

Contacto: Ana Paula García, [email protected], Cel. (044) 55 4349  5279

Aroa de la Fuente, [email protected], Cel. (044) 55 2894 2814

 

Documento completo: https://es.scribd.com/doc/310185703/La-fracturacion-hidraulica-en-la-Sierra-Norte-de-Puebla-una-amenaza-real-para-las-comunidades