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Una opinión sobre el dólar

Terminó 2015. Se acabaron las fiestas navideñas y el “Guadalupe-Reyes”. Los mexicanos empezamos el año 2016 con muchos propósitos y noticias intensas. Desde la recaptura del Chapo hasta la turbulencia financiera mundial. Y dentro de todos los efectos de esta última, destacan los movimientos en dos variables muy importantes para la economía: el precio del dólar y el precio del petróleo.

El dólar llegó a máximos históricos y andaba costando 18.50 pesos hace unos días. Nada más ver ese precio causa dolor en nuestras mentes y quizá en la barriga. De acuerdo con las autoridades, tanto de Secretaria de Hacienda como del Banco de México, una vez que pasé la actual volatilidad, la paridad peso-dólar volverá a estabilizarse. En palabras de Agustín Carstens, Gobernador del Banxico, hay cierta sobrerreacción respecto al tipo de cambio.

Es verdad que en la economía como en la vida, el componente psicológico tiene un peso y juega un papel relevante, pero es que con este escenario es difícil mantener la calma.

En lo que se refiere al precio del petróleo la situación también genera inquietud y nos obliga a formularnos preguntas, sobre todo respecto a la sostenibilidad de las finanzas públicas. Y es que el precio del petróleo se encuentra en niveles muy bajos. Ha llegado a 23 dólares por barril. Todavía en 2015 el precio esperado era de 79 dólares por barril. Definitivamente que la vida da muchas vueltas y las variables macro no son la excepción.

Además, de acuerdo con diversos especialistas los precios bajos del petróleo son la realidad y esta nueva situación se va a mantener así por un rato.

Todo lo anterior nos lleva a una conclusión fundamental y que además resulta muy pertinente dado el contexto. Debemos seguir insistiendo en mayor transparencia presupuestaria y mayor rendición de cuentas. Dada la difícil situación del petróleo, y si ésta continúa en los años por venir, el gobierno mexicano va a tener menos ingresos.

Para incluir este efecto en las finanzas públicas y para empezar a prevenirlo, el gobierno propuso reducciones del gasto público desde 2015 y para continuar en 2016. El conocido “Presupuesto Base Cero”. Sin embargo, no es suficiente con reducir el gasto. Es necesario volvernos más eficaces con el manejo de los recursos públicos. Y para eso la transparencia y la rendición de cuentas son clave. La transparencia cierra las brechas de opacidad pública y por eso puede contribuir a reducir los malos manejos. Saca la información a la luz y fomenta el debate público. Y este debate es bueno, es sano para lograr cambios. Asimismo, si se reducen malos manejos el dinero tiene más probabilidades de llegar a donde debe llegar y generar impactos, que tanta falta nos hacen.

Los episodios financieros mundiales de incertidumbre se repiten y no tenemos control de la política comercial y cambiaria de China. Podemos utilizar nuestras reservas internacionales y suavizar el efecto de la depreciación pero todo tiene límite.

No se sabe a ciencia cierta lo que va a pasar pero mientras pasa la turbulencia lo que sí podemos hacer es continuar arreglando los asuntos internos. Por ejemplo la generación de instituciones fuertes y confiables, como la Auditoría Superior de la Federación (ASF); el Congreso de la Unión, tanto en Diputados como en Senadores, para que participen en la política pública con decisiones serias y sustentadas con evidencia; el combate a la corrupción y la impunidad; el fomento a la transparencia, entre otras. En cada una de estas áreas falta mucho por hacer, mucho por mejorar.

Por eso en Fundar deseamos que este 2016 sea un año lleno de muchas buenas intenciones y más acciones. En el que se continúe aprovechando las oportunidades para impulsar la transparencia y la participación ciudadana en los asuntos públicos y presupuestarios. Que haya disposición de las autoridades para hacer pública información relevante sobre los ingresos y los gastos, como el tema de los ingresos por aprovechamientos, los gastos obligatorios, las partidas de gasto generales y específicas; que las irregularidades en el gasto se corrijan y que se haga público este proceso de correcciones; que se continúe fortaleciendo a instituciones clave para la rendición de cuentas y la corrupción; entre otros.

Por último, respecto al dólar deseamos que sea como dice el Gobernador del Banco de México y que la paridad peso-dólar no siga escalando y superando líneas históricas observadas. En mi opinión, humilde y personal, la macro responsable sí es importante, pero no es suficiente para tener un mejor país, ni para aumentar el bienestar de la población. Se requiere además seguir trabajando en instituciones, sólidas y confiables.

Ya para cerrar y respecto al dólar y el petróleo, en este inicio de año hay mucha incertidumbre y como diría Marco Antonio Solís la pregunta que nos llega a la cabeza es: ¿A dónde vamos a parar?

http://www.sinembargo.mx/opinion/18-01-2016/44481