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10 años después, qué ha cambiado para las mujeres?

Este 2017 será el año en que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV) cumpla 10 años de haberse adoptado. Más allá del símbolo y de los festejos protocolarios a los que seguramente asistiremos, vale la pena preguntarnos qué ha cambiado para las mujeres desde esta fecha y hacer un ejercicio para valorar los avances, los obstáculos y/o los retrocesos a los que esta nueva normativa ha dado lugar.

Es importante recordar que esta ley nació en un contexto socio-político complejo que la hacía muy necesaria. Primero, por los altos niveles de asesinatos y desapariciones de mujeres en la zona de Juárez y la frontera norte que ya se encontraban en el debate y la agenda pública. Luego, la mirada internacional de organizaciones e instituciones puesta sobre esta violencia contra las mujeres, y las recomendaciones que emitieron, generaron una presión política muy fuerte sobre las instituciones mexicanas instadas a realizar profundos cambios institucionales.

Era también el final del sexenio de la “transición democrática” de Fox y el desafío para Calderón de encontrar la necesaria legitimidad política para su nuevo gobierno. También en el Poder Legislativo entraba en función la XL legislatura, siendo que en la legislatura anterior el trabajo liderado por la Comisión Especial de Feminicidios concluyó en la iniciativa legislativa.

En sí misma la adopción de la LGAMVLV representa un acontecimiento fundamental en la historia legislativa de México y de la participación política de las mujeres en el país. Su adopción ha sido el resultado de una larga lucha de las feministas y las defensoras de los derechos de las mujeres, tanto desde la sociedad civil como la academia, y los partidos políticos. Fue gracias a un amplio pacto político establecido entre mujeres diputadas que las mujeres lograron hacer valer su poder de decisión, convencer a sus pares masculinos y ganar la adopción de esta ley fundamental para los derechos de las mujeres.

La LGAMVLV destaca también en el panorama de las leyes para erradicar las violencias contra las mujeres ya que es de las más avanzadas no solamente en América Latina sino a nivel global dado que recoge los más altos estándares de derechos humanos de las mujeres, organiza la cooperación de las distintas instituciones públicas que deben intervenir por medio de la definición de modelos institucionales para prevenir, atender, sancionar y erradicar las violencias contra las mujeres, y asigna recursos públicos para su funcionamiento. Además establece la alerta de violencia de género como un mecanismo único en el continente para prevenir y atender la violencia contra las mujeres y los feminicidios.

Pero ¿que han cambiado estos avances normativos para las mujeres?

Según la Encuesta Nacional sobre las Dinámicas de las Relaciones en el Hogar (ENDIREH) en 2011, último dato oficial disponible, más de 47% de las mujeres han vivido algún tipo de violencia por parte de su pareja, lo cual corresponde a un aumento de 3 puntos en relación con 2006. Es decir que la violencia ha aumentado entre el momento de la adopción de la ley y 2011.

¿Y los feminicidios? Están en aumento, a pesar de las recomendaciones del Comité CEDAW al Estado mexicano emitidas en 2012. Entre 2013 y 2015, 6,488 mujeres fueron asesinadas según datos del INEGI. Lo que representa un aumento de 46% más que en el periodo entre 2007 y 2009. El Estado de México encabeza el record de los Estados más violentos con 1,045 mujeres asesinadas en los últimos tres años. Seguido por Guerrero, Chihuahua, la Ciudad de México, Jalisco y Oaxaca.

Si bien el análisis del impacto de las leyes requiere de metodologías más finas y complejas, los datos duros no parecen indicar que la adopción de la LGAMVLV haya permitido mejorar la situación de múltiples violencias que viven las mujeres, a las cuales habría que agregar el difícilmente medible efecto de las políticas de seguridad de los gobiernos desde 2007 y la llamada guerra contra el narcotráfico.

El 2017 será entonces un año cargado para la agenda de políticas públicas para la atención y la sanción de las violencias contra las mujeres y la evaluación de las acciones implementadas por el Estado para asegurar que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia se transforme en una realidad para las mujeres en todas sus diversidades.


[ Por Cécile Lachenal ]

[ Artículo en El Universal ]