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El acceso a la salud toma demasiado tiempo

Desde que en 2012 el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias decidió cancelar, sin justificación alguna, la construcción de un hospital de alta especialidad para atender a pacientes inmunocomprometidos y en estado crítico, tres pacientes con VIH de este hospital iniciaron un largo recorrido judicial para exigir su construcción. El proyecto denominado “Pabellón 13” sería el primer hospital en contar con medidas de bioseguridad para evitar que mientras los pacientes sean atendidos, estén expuestos al contagio de otras enfermedades. Estas medidas van desde la existencia de cuartos individuales con baños y regaderas propias, hasta la instalación de sistemas de filtrado de aire que impidan la entrada y salida de partículas infecciosas.

Dos años después, en octubre de 2014, el caso fue resuelto por la SCJN, quien decidió que las autoridades no habían demostrado por qué no se realizaría el proyecto, y le brindó a las autoridades 2 posibilidades para garantizar que los pacientes no continúen expuestos al contagio de enfermedades: construir un nuevo hospital o remodelar el Pabellón 4, el hospital en donde fueron atendidos. Si bien la sentencia abrió la posibilidad de que las autoridades eligieran ambas opciones, para los pacientes del INER no cabe duda de que la única medida que impedirá que cuando sean tratados estén expuestos al contagio y co-infección de enfermedades, es la construcción de un nuevo hospital.

Las autoridades optaron por la remodelación del Pabellón 4, pero los riesgos de contagio continúan. Así, a pesar de la remodelación, este hospital aún cuenta con cuartos (sin medidas de aislamiento) baños y regaderas que son compartidos por los pacientes. Las autoridades se conformaron con el mínimo esfuerzo, y para demostrarlo vale la pena echarle también un vistazo a los recursos que estaban a disposición de las autoridades y que pudieron utilizarse para construir un nuevo hospital.

Gran parte de los recursos públicos destinados a nuestro sistema de salud se encuentran en el Fideicomiso del Sistema de Protección Social en Salud. Entre otros fines, este fideicomiso fue creado para financiar la construcción de obras de infraestructura en salud. Puesto que el fideicomiso no está sujeto a la regla de anualidad del Presupuesto Federal, es decir, puede acumular recursos sin la obligación de gastarlos al final de cada año, al último día de 2015, contaba con una suma que se aproxima a los 62 mil millones de pesos, es decir, lo que equivaldría construir el “Pabellón 13” multiplicado por 168 veces.

Pese a que la remodelación ha concluido, la sentencia no ha sido declarada cumplida, y aún existe la posibilidad de que el Juez Martín Adolfo Santos Pérez determine que la remodelación no garantiza el más alto nivel posible a la salud de los quejosos. Si el juez decide lo contrario, prolongará durante quién-sabe-cuánto-más el acceso a la salud de las personas cuya vida se encuentra en riesgo.

Si tú también deseas #QueSeConstruya el Pabellón 13, ingresa aquí y firma la petición.

Iván Benumea

http://www.sinembargo.mx/opinion/11-04-2016/47939