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Le toca a la CNDH revisar los operativos migratorios

El pasado 1 de mayo fue un día de descanso para muchos mexicanos, pero para un grupo de más de 100 personas migrantes, fue un día obscuro y violento. Ese día, ellos, hombres, mujeres y niños, algunos que venían huyendo de la violencia en sus países de origen, esperaban partir desde Tenosique en dirección al norte, arriba del tren de carga. La esperanza duró hasta que llegaron el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Policía Federal (PF), para realizar un operativo con el objetivo de asegurar (detener) a los migrantes, violentando en el proceso a la dignidad y los derechos de los mismos y de los defensores que monitoreaban la escena.

El tren llegó a la estación de Tenosique, Tabasco, a las 6 de la tarde y se detuvo de manera indefinida, lo que posibilitó que más de 100 personas migrantes se subieran. Integrantes del equipo de La 72, Hogar-Refugio para Personas Migrantes estaban presentes y observaban la presencia de un vehículo del Grupo Beta y otro de la policía municipal. Alrededor de las 8, llegaron el INM y la PF y se desató una persecución que tuvo como consecuencia múltiples detenciones. Tanto los integrantes de La 72 como migrantes que lograron escapar, reportaron agresiones verbales y físicas durante el operativo, incluyendo intimidación con arma de fuego. Se reportaron jaloneos y golpes, y la situación caótica provocó que niñas y niños se separaran de sus familiares. Las autoridades tomaron fotos y grabaron al equipo de La 72, algo que además de impedir su trabajo es un claro intento de intimidación.

Personal de La 72, Hogar-Refugio para Personas Migrantes de Tenosique y las redes de organizaciones civiles CODEMIRE y COMPA, exigen libertad para las personas aseguradas y un alto a estos operativos violentos a través de un comunicado conjunto. Además expresaron la urgencia de garantizar la vida y la integridad de Fray Tomás Gonzalez, el personal de La 72 y de los migrantes a través de medidas cautelares.

Cabe destacar que éste no es el primer operativo donde se reporta el uso excesivo de la fuerza en contra de personas migrantes. Albergues y otras organizaciones han expresado su preocupación sobre la manera en que se llevan a cabo estos operativos desde hace mucho tiempo, sin embargo desde mediados del año pasado, estos operativos se han multiplicado, de la mano de los abusos reportados. Si bien el Instituto Nacional de Migración tiene como una de sus atribuciones realizar revisiones migratorias, las normas establecidas en la materia no permiten la agresión física y verbal y limitan la participación de policías. Además, los compromisos del Estado mexicano en materia de derechos humanos no permiten la intimidación de defensores de derechos humanos y obligan a brindar protección especial a los niños, las mujeres, las víctimas y los solicitantes de asilo. Entonces ¿qué debe pasar para que estas normas (siempre perfectibles) sean comprendidas por las instituciones y sus agentes?

Así las cosas, toca a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) atender las quejas interpuestas por los hechos del 1 de mayo. Su pronta actuación ahora es fundamental, porque las personas aseguradas pueden ser deportadas de manera exprés pasando por el arco del triunfo los derechos del debido proceso, de los niños, de las mujeres, de las víctimas y de los solicitantes de asilo, por mencionar los derechos más importantes a cuidar en este contexto. Le toca a la CNDH actuar rápido para proteger a las personas migrantes víctimas del operativo en Tenosique, pero también toca hacer una revisión profunda de los operativos de revisión migratoria.

Jose Knippen
http://blogs.eluniversal.com.mx/weblogs_detalle21765.html