¿Qué es un Presupuesto Ciudadano?

José María Marín

El presupuesto ciudadano -como bien dice su nombre- es un resumen del presupuesto que está diseñado para todas y todos los ciudadanos de un país. Puede tomar muchas formas distintas; sin embargo, su característica más importante es que está diseñado para llegar, en un lenguaje claro y comprensible, al mayor número de ciudadanos posible.

La justificación de un documento de este estilo proviene del principio que el erario público -el dinero que gasta el gobierno- es de las ciudadanas y los ciudadanos: todas y todos deben saber cómo y cuánto se recauda y gasta. No basta que la ley de ingresos y el presupuesto de egresos sean públicos y estén en Internet, ya que quienes no comprenden el lenguaje técnico del presupuesto o no tienen acceso al Internet merecen y requieren conocer esta información y no sólo las personas con la preparación técnica necesaria para hacerlo.

El presupuesto ciudadano le permite a la ciudadanía conocer las políticas públicas que el gobierno planea financiar en un año determinado a través del presupuesto. Este tipo de información se diferencia del discurso público de los políticos porque en el presupuesto se puede ver con claridad si están financiando sus promesas en pesos y centavos. El presupuesto ciudadano no solamente informa, también construye ciudadanía al empoderar a las personas con conocimientos, generar participación en la política pública y facilitar la rendición de cuentas.

A nivel internacional hay pocos países que producen un presupuesto ciudadano. Un estudio reciente del International Budget Partnership realizado en 85 países reveló que solamente 16 países producen tal documento y algunos de éstos están lejos de ser prácticos, comprensibles, y apuntados para toda la ciudadanía(1). Además, cada presupuesto ciudadano es distinto y se adecua a cada país. Por ejemplo, el grado de complejidad del presupuesto ciudadano debe reflejar el nivel educativo del país. En Suecia, el presupuesto ciudadano toma la forma de un resumen escrito, mientras que en Angola, que tiene un nivel educativo mucho más bajo, se incluyen dibujos para hacerlo más accesible. En El Salvador, el presupuesto ciudadano se puede entender por un ciudadano con educación secundaria, lo cual hace que el documento sea accesible a más ciudadanos y ciudadanas. Un caso distinto es el ejemplo del presupuesto ciudadano de la India, al que se ha criticado por tener un lenguaje muy técnico. El presupuesto ciudadano es especialmente importante en países donde los medios de comunicación no informan de manera amplia sobre el presupuesto. En estos países, el presupuesto ciudadano tiene que ser entregado al público en general, que de otra manera no cuenta con los medios de comunicación para proporcionarle información presupuestaria.

Para que el presupuesto ciudadano cumpla su meta debe ser ampliamente difundido. En varios países, como El Salvador, el presupuesto ciudadano es publicado a través de Internet; sin embargo, esta práctica ha sido criticada porque solamente 9.9 por ciento de las y los salvadoreños tienen acceso a dicho medio de comunicación(2). Por otro lado, Sudáfrica distribuye su presupuesto ciudadano en varios idiomas como un suplemento en los periódicos del país.

La oportunidad con la que se publica el presupuesto ciudadano es muy importante ya que de ésta dependerá si se tiene éxito en promover la participación pública en el proceso presupuestario. No todos los presupuestos ciudadanos se publican a tiempo para permitir la participación pública. En El Salvador, por ejemplo, el presupuesto ciudadano se publica después de que se aprueba el presupuesto. En Sudáfrica se lanza junto con la propuesta presupuestaria del ejecutivo. Mientras en los sistemas legislativos parlamentarios es común que el presupuesto se aprueba sin modificaciones, esto no imposibilita la participación del ciudadano. Por ejemplo, el Reino Unido lanza un resumen del informe del presupuesto, y los ciudadanos pueden enviar sus opiniones al gobierno sin coste para el ciudadano. Este resumen contiene las principales políticas fiscales que el gobierno ejecutará, el ingreso y el gasto esperado, y un resumen del marco macroeconómico pronosticado. Además, los ciudadanos del Reino Unido tienen un plazo, por lo menos de tres meses, para expresar sus opiniones sobre las prioridades del próximo presupuesto.

Para promover la participación pública, el presupuesto ciudadano debe incluir también información sobre el proceso presupuestario y las oportunidades que existen para que los ciudadanos expresen sus opiniones. Muchos presupuestos ciudadanos carecen de dicha información; sin embargo, es importante que se incluya, porque crea ciudadanía y una cultura de participación ciudadana. El presupuesto ciudadano debe ser un complemento necesario de la información presupuestaria altamente desagregada y de alta calidad, y de ninguna manera un substituto del presupuesto.. Éste debe reflejar el nivel de conocimiento del presupuesto en el país, y el gobierno debe asegurar su difusión apropiada (3).

Fundar, en un esfuerzo de informar a la ciudadanía acerca del presupuesto de 2009 ha creado un presupuesto ciudadano disponible en: www.fundar.org.mx/presupuestociudadano2009/index.htm Es importante notar que ésta es una responsabilidad del gobierno federal ya que todos y todas tenemos el derecho de saber cómo el gobierno recauda y gasta nuestro dinero.

 

Para mayor información sobre este tema, favor de ponerse en contacto con [email protected].

 

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(1) Los países que produjeron un presupuesto ciudadano en 2008 son: Angola, Colombia, Croacia, El Salvador, Francia, Georgia, Ghana, India, Nueva Zelanda, Rusia, Sudáfrica, Corea del Sur, Suecia, Uganda, Ucrania y Reino Unido. Para mayor información consultar el Índice de Presupuesto Abierto 2008 (Open Budget Initiative 2008). Disponible en línea: www.openbudgetindex.org (consultado en marzo de 2009).

 

(2) Internet World Stats. Disponible en línea: www.internetworldstats.com/stats12.htm (consultado en junio de 2008).

 

(3) Entrevistas realizadas por el Interntional Budget Project como parte del Open Budget Initiative, 2006.