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Presupuesto base cero: es que el horno no está para bollos

La situación actual del país y sus finanzas públicas no es de bonanza. Para decirlo en otras palabras: el horno no está para bollos. Tenemos problemas relevantes que atender tanto por el lado de los ingresos como por el de los gastos. ¿Qué es lo que está pasando? Este artículo pretende explicar de manera general el contexto al que nos enfrentamos en 2015, no sin mencionar que el horno lleva mucho tiempo sin estar para bollos y es hasta ahora, con la significativa caída de los precios del petróleo, que se toma consciencia.

Por el lado de los ingresos, la caída de los precios del petróleo sin duda ha afectado nuestra posición hacendaria. Si bien no es la única variable, no podemos negar el impacto grande que tiene en los ingresos de nuestro país. ¿Y cómo no va a tenerlo? Aproximadamente, la tercera parte de los ingresos públicos en México vienen de los ingresos petroleros. Recientemente el precio de esta materia prima ha caído en el mercado internacional. El precio del petróleo que el gobierno estimó para 2015 era de 79 dólares por barril, pero el realmente observado en el primer trimestre del año ha andado en los 44 dólares por barril, lejos de la estimación inicial.

Además de lo anterior, la producción de petróleo también ha presentado una disminución, lo cual contribuye a la baja de los ingresos. En 2016 la situación va a ser similar. El precio del petróleo se espera que sea de alrededor de 55 dólares por barril. Entonces, resumiendo, tanto en este año como en el que viene, se esperan menores ingresos para nuestro país.

¿Qué implica lo anterior? Básicamente significa que si quisiéramos mantener el nivel de gasto planeado tendríamos que endeudarnos. La otra opción es recortar los egresos porque no va a haber recursos suficientes. Además, en 2016 las coberturas petroleras no nos van a poder salvar de este nuevo nivel de precios. Los recursos que se habían programado originalmente, ya no son, y no serán al menos en el mediano plazo. Así que más vale que nos adaptemos a la nueva situación.

Ante esto, el gobierno federal propone analizar y recortar gasto en 2015 y hacer una reingeniería del gasto para 2016. Es decir, el gobierno planea ir revisando y, de paso, recortando el gasto desde 2015 para que en 2016 no se sienta tan fuerte el golpe. El gobierno lo llama el Presupuesto Base Cero y “en teoría” se tratará de un borrón y cuenta nueva. Sin duda, suena bonito pensar que tenemos una oportunidad, como su nombre lo dice, de empezar desde cero.

¿Cuál es el problema? Independientemente de si la alternativa mexicanizada se apega estrictamente o no a la definición de lo que es un presupuesto base cero, hay otros elementos a considerar. Primero está el tema del Presupuesto Basado en Resultados (PbR) y el Sistema de Evaluación del Desempeño (SED). La Auditoría Superior de la Federación lleva tiempo diciendo en sus informes de revisión que las asignaciones del gasto público continúan siendo inerciales y que no es evidente que se utilicen estas herramientas al momento de formular el presupuesto y decidir a dónde se van los recursos. Es decir, a pesar de todo el esfuerzo y costo de implementar un sistema de evaluación, que lleva varios años, los resultados muestran poco avance para llevar a cabo una reingeniería del gasto público basándose en criterios de desempeño. Además, continúa sin quedar claro que las evaluaciones que se realizan a los programas presupuestarios se utilicen para corregir problemas y aumentar la eficacia de los mismos.

Por otro lado, tal como lo menciona el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) en su informe más reciente, empezar de cero en el caso del gobierno mexicano no es tan sencillito, por decir lo menos. Existen en el presupuesto diversas obligaciones de gasto que están en las leyes y compromisos ineludibles, rubros de gasto que el gobierno no puede dejar de pagar como la deuda pública o las pensiones y jubilaciones. Todo esto, le quita flexibilidad y margen de maniobra a las decisiones y posibles modificaciones presupuestarias.

La necesidad de lograr mayor eficiencia y eficacia en el gasto público no es algo nuevo. La revisión de la estructura del gasto lleva varias décadas siendo una prioridad que no termina por realizarse, nomás no cuaja. En el contexto actual, complicado y con menores ingresos esperados, el gobierno sale a decir que va a ser una reingeniería del gasto y en Fundar quisiéramos creerles. Quisiéramos ver esto como una ocasión para recortar gastos superfluos o abusivos que no promueven mejoras en los indicadores de desarrollo. Como también mencionó CIEP, fusionar programas públicos y cambiarles el nombre no va a solucionar los problemas de gasto ineficiente o ineficaz. Y además, habrá muchos rubros que no podrán modificarse en el corto plazo.

En México llevamos toda la vida haciendo reingeniería del gasto. Ojalá que la presente situación se utilice para fomentar la transparencia en las decisiones presupuestarias, sobre todo en la etapa de formulación del presupuesto, que sigue siendo una de las fases más cerradas y opacas del ciclo. Que se promueva la participación de la ciudadanía, la academia, los expertos, la sociedad civil en este proceso de reingeniería. No solo le corresponde a Secretaría de Hacienda y el Banco Mundial. Por otro lado, continúa siendo necesario realizar evaluaciones de impacto. Necesitamos saber si el dinero que se está gastando en los programas públicos está generando resultados, lo que está fallando, lo que se está duplicando, a quién se está apoyando con los programas. Y claro, que las observaciones y recomendaciones de cada evaluación se utilicen para aumentar los impactos. Eso nos tiene que quedar bien claro. En fin, la reingeniería del gasto público va más allá de una estrategia de unos meses.

Para más información consultar: Documento relativo al cumplimiento de las disposiciones contenidas en el artículo 42, Fracción I, de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria 2015

Reestructuración del gasto público con perspectiva “base cero”. Centro Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). Por Sunny Villa.

Liliana Ruiz

http://blogs.eluniversal.com.mx/weblogs_detalle21675.html