Las personas y colectivos de personas atravesadas por diferentes agravios no sólo se oponen a las narrativas sobre la violencia que estigmatizan a las víctimas y las convierten en vidas desechables, sino que crean nuevos sentidos y lazos sociales que abren la posibilidad de una vida distinta a las formas de vida que genera la violencia y las desapariciones.
Para acompañar estas luchas, el trabajo psicosocial está llamado a desembarazarse, de una vez por todas, de la herencia de una psicología que ha renunciado a su capacidad crítica y se ha convertido en un mecanismo de adaptación, que no es otra cosa que dominación. Des-psicologizar el trabajo psicosocial tiene distintas dimensiones; implica una reflexión sobre los marcos teóricos y las metodologías que elegimos, un cuestionamiento sobre el lugar que ocupamos en los procesos que acompañamos y la forma en que establecemos nuestras relaciones y alianzas.
Este [Anti] Manual surge de la preocupación de que el acompañamiento psicosocial permita abrir espacios de escucha, en lugar del silenciamiento de un saber que ya conoce de antemano los pasos y el resultado al que hay que llegar —de ahí su nombre—. Pero también este esfuerzo se nutre de la rebeldía de quienes tienen la capacidad de crear, en medio del horror, otras formas de hacer frente a la violencia y la impunidad.
Desde Fundar hemos recibido la vitalidad y la frescura del movimiento feminista y en particular de las mujeres jóvenes, que nos han abierto puertas para repensar la dimensión política del cuidado y la crítica valiente de las formas de violencia que hasta entonces eran invisibles en las organizaciones y movimientos sociales. Las reflexiones que se plantean en este [Anti] Manual se han nutrido de conversaciones, talleres y espacios compartidos con colegas que trabajan desde la psicología, la antropología, el derecho u otras disciplinas. Esperamos que este esfuerzo contribuya a abrir nuevos caminos y preguntas en el ámbito del acompañamiento psicosocial.
