Cualquier persona que sufre discriminación por parte de una autoridad federal, puede interponer una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED). Por otro lado, si es víctima de una violación a sus derechos humanos por parte de alguna autoridad federal, puede recurrir a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Recientemente fui usuaria de ambos organismos autónomos que se supone son, protectores de mis derechos fundamentales. Las experiencias hasta el momento me tienen en primer lugar confundida, y después preocupada.
¿Por qué es tan difícil llegar a una pronta resolución de las quejas? ¿se trata de un problema de voluntad, un problema de recursos o ambos?
Desde Fundar, Centro de Análisis e Investigación en conjunto con otras organizaciones de la sociedad civil, interpusimos dos quejas, una ante el CONAPRED y la otra ante la CNDH. Anticipamos que estas quejas serán resueltas en un tiempo de entre 1 y 2 años.
En el caso ante CONAPRED, aún con una buena atención, ha habido un ir y venir de escritos, reuniones y audiencias desde el 7 de abril de 2014. La queja se interpuso junto con la red Foro Migraciones, debido a que encontramos que a través de la página web del Instituto Nacional de Migración, se estaba difundiendo un documento cuyo contenido estigmatizaba a las personas migrantes. A pesar de que el documento ya se retiró, el acto discriminatorio tuvo lugar durante un tiempo prolongado, y pudo ser consultado por mucha gente.
La tardanza para llegar a una resolución por parte del CONAPRED, en este caso puede deberse a una falta de recursos humanos, de que los abogados tengan demasiados casos en sus escritorios o tal vez, al problema de priorización o distribución de los mismos. Y es que a un año y tres meses de la queja, y más el tiempo de los hechos transcurridos, seguimos esperando una resolución.
El segundo caso es el del Colectivo Migraciones para las Américas (COMPA). Recientemente interpusimos una queja ante la CNDH contra el INM y también en contra de la Policía Federal, derivado de un operativo de revisión migratoria en el cual se violaron derechos humanos de migrantes y defensores. Esto se llevó a cabo el pasado 1 de mayo en Tenosique, Tabasco, y hasta la fecha la única respuesta que hemos recibido después de interponer la queja, ha sido el comunicado de admisión de instancia. Aunque a raíz de esto, los migrantes afectados fueron entrevistados por la CNDH, tanto los detenidos como los que lograron escapar del operativo excesivo.
Es importante mencionar que ante estos hechos, los migrantes difícilmente recurren a las instituciones a presentar quejas. Sin embargo, muchas de las quejas relacionadas con personas migrantes que recibe la CNDH, están relacionadas con estos operativos y no tenemos conocimiento de ninguna recomendación contundente en la materia.
Las quejas descritas anteriormente responden a una presunta discriminación y violación a los derechos humanos de personas migrantes por parte de oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM), específicamente sobre sus conductas, las cuales tienen un impacto directo en los derechos de las personas migrantes en tránsito por México.
Vuelvo a poner la pregunta sobre la mesa ¿Es un tema de recursos, de voluntad, o acaso tiene que ver con cómo vemos la satisfacción de los derechos en cuestión?
Preocupan dichas hipótesis dado el importante papel que deberían tener tanto el CONAPRED como la CNDH en la protección de los derechos humanos de migrantes en México.
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