- El nombramiento del presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, pieza clave del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), se dio sin publicidad ni transparencia.
- Las designaciones de las y los titulares que integran el SNA deben basarse en el mérito personal, la capacidad profesional y la autonomía.
El pasado dos de enero el Pleno General del Tribunal Federal de Justicia Administrativa designó a su presidente en un proceso opaco, carente de máxima publicidad, y sin ponderar la necesidad de un perfil ideal que se adecúe al contexto político. El Tribunal Federal de Justicia Administrativa es una de las piezas clave del SNA ya que de su autonomía política y de gestión depende la imparcialidad en la aplicación de sanciones por actos de corrupción. Por ello, en el proceso de designación de su titular debieron aplicarse criterios de máxima publicidad y transparencia, para evitar una elección opaca y discrecional. El presidente de esta instancia será parte del Comité Coordinador del Sistema Nacional Anticorrupción y tendrá la enorme responsabilidad imponer sanciones por la comisión de faltas administrativas graves por parte de los servidores públicos.
En este orden de ideas, es importante recordar que, el pasado 31 de agosto y como parte de la exigencia ciudadana para fortalecer la rendición de cuentas, el combate a la corrupción y a la impunidad, organizaciones de la sociedad civil defensoras de derechos humanos y promotoras de la transparencia y la rendición de cuentas, junto con organismos empresariales, lanzamos la campaña Designaciones contra la Corrupción y la Impunidad para demandar que los nombramientos públicos se lleven a cabo con base en el mérito personal y la capacidad profesional, y se conduzcan de acuerdo con los principios de gobierno y parlamento abierto.
