A partir de este lunes 25 de agosto, en el marco de la publicidad de su segundo informe de gobierno, la imagen del Presidente de la República invadirá los medios con el objetivo de hacer la promoción de su gestión. El informe es presentado como un ejercicio de rendición de cuentas. Sin embargo nunca lo ha sido. Poco tiene que ver con una democrática relación entre poderes, menos con un ejercicio de pesos y contrapesos, ni con un acto de someterse al escrutinio público.
A pesar de la transición democrática, el informe se ha vuelto el auge de la publicidad política, el paroxismo de la propaganda de Estado, apoyado por la industria de la imagen. En...