- Desde Fundar, Centro de Análisis e Investigación presentamos recomendaciones para que nuestro sistema fiscal impulse la autonomía económica de las mujeres en todas sus diversidades.
- Para que la recaudación de impuestos deje de ser tan injusta para las mujeres y contrarrestar la desigualdad, necesitamos una reforma fiscal progresiva con perspectiva de género.
- La concentración de la riqueza, la diferencia en los ingresos, los privilegios fiscales y la evasión son situaciones que se mantienen a causa de décadas de ceguera de género en la implementación de la política tributaria.
Ciudad de México, 5 de marzo 2024. En el marco del Día Internacional de la Mujer, Fundar Centro de Análisis e Investigación presentamos el informe Tributación Feminista: los casos de México y Argentina, una investigación elaborada en conjunto con la organización argentina Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). El informe visibiliza cómo la falta de perspectiva de género y ética feminista en las políticas fiscales ha mantenido la desigualdad entre mujeres y hombres en la región.
Desde una perspectiva de justicia de género, gravar a quienes más tienen es crucial para reducir las brechas de desigualdad, especialmente las que existen entre mujeres y hombres, para repartir los recursos en beneficio de los derechos de las mujeres en todas sus diversidades. En México, a pesar de que durante este sexenio se han adoptado medidas para incrementar la recaudación, aún es necesario implementar impuestos a la riqueza y a los altos ingresos, así como reducir los privilegios fiscales y los abusos fiscales corporativos.
En el informe Tributación Feminista evidenciamos los impactos que tiene la falta de perspectiva de género en nuestro sistema tributario y delineamos recomendaciones para generar recursos públicos adicionales que puedan invertirse en la provisión de bienes y servicios para avanzar hacia la igualdad entre mujeres y hombres:
Impuestos a la riqueza multimillonaria: El 48% de la riqueza de México es acaparada por el 1% más rico de la población. Por ejemplo, si en 2021, las 35 personas mexicanas que poseían una riqueza superior a 10 mil 746 millones de pesos hubieran pagado una tasa del 3.5%, podrían haberse recaudado cerca de 99 mil millones de pesos (0.4% del PIB). Por ello, para reducir estos niveles de concentración, es necesario crear un impuesto a la riqueza, gravar las herencias y donaciones multimillonarias, y fortalecer la recaudación local del predial y la tenencia.
Impuestos a los ingresos altos para reducir la concentración extrema: El 1% más rico acapara el 26.8% de los ingresos nacionales, mientras que el 50% más pobre se queda con sólo el 6.2%. Para reducir la concentración extrema del ingreso, especialmente la de los ingresos de capital, nuestro sistema tributario debería reducir su trato preferencial, del cual los hombres se benefician más. Recomendamos imponer impuestos a todas las formas de renta financiera bajo el mismo esquema que hoy se aplica a los ingresos por trabajo: tasas progresivas en función del ingreso de las personas.
No más privilegios fiscales discriminatorios: Se estima que, a través de deducciones, exenciones y otros tratamientos preferenciales para personas físicas y empresas de altos ingresos, el Estado dejó de recaudar en 2023, un monto equivalente al costo estimado para financiar un Sistema Nacional de Cuidados, que ha sido evaluado entre 1 y 1.4% del PIB. Hacer frente a esta injusticia fiscal, de la que se benefician en su mayoría las empresas y los hombres de más altos ingresos, es necesario evaluar aquellas renuncias que son regresivas desde un enfoque de derechos humanos y perspectiva de género, además de regular buenas prácticas para su aprobación a través de procesos transparentes y con criterios claros y objetivos.
Poner fin a los abusos fiscales: Las grandes empresas aún están lejos de contribuir de manera justa y suficiente a las arcas públicas. A través de prácticas de abuso fiscal, como la evasión, elusión o el acceso a privilegios fiscales, terminan aportando menos de lo que les corresponde, limitando los recursos públicos que el Estado debería de recibir. Por ello, las empresas consideradas como grandes contribuyentes no deberían obtener los beneficios fiscales que hoy permite la ley, además de regular la aprobación de estímulos fiscales desde el Poder Ejecutivo. También, es necesario que México asuma un rol más activo en las discusiones actuales sobre la Convención Tributaria de la ONU, a fin de avanzar hacia una tributación global sostenible e incluyente.
Además, el reporte incorpora recomendaciones para elevar la transparencia y rendición de cuentas, entre ellas, la creación de un registro público nacional de propiedades y bienes, así como la publicación del pago de impuestos de las personas y empresas de mayores ingresos.
Desde Fundar, hacemos llegar estas recomendaciones al Estado mexicano a fin de que puedan ser un insumo que permita avanzar en una reforma fiscal progresiva con enfoque de género y con ello, reducir las brechas económicas entre mujeres y hombres a través de acciones que permitan financiar políticas y programas relacionados a las labores de cuidado y garanticen el acceso a derechos y el combate a la violencia de género.
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