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Nuevo León amenazado por el fracking

El proyecto Monterrey VI es un descalabro ambiental que facilitaría el uso intensivo de agua que requiere el fracking.
El fracking y la inyección de aguas residuales se ha relacionado con actividad sísmica en otros países. Es urgente una evaluación imparcial que explique el aumento de actividad sísmica en Nuevo León.
El próximo jueves 10 de abril, miembros de la Alianza Mexicana contra el Fracking participarán en un taller informativo para congresistas y un foro público en Monterrey.

El fracking o fractura hidráulica consiste en la fractura de la roca mediante la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión para obtener hidrocarburos. Para un solo pozo de este tipo se requieren de 9 a 29 millones de litros de agua, la cual se contamina irremediablemente.
El agua es un recurso escaso en el país, especialmente en algunos estados en que, como Nuevo León, se pretende llevar a cabo esta actividad de manera intensiva. Por ello, y muchos otros impactos negativos que provoca, en la Alianza Mexicana contra el Fracking creemos que el uso de esta técnica  debe prohibirse en todo el territorio mexicano.

Consideramos un error los planes del gobierno de Nuevo León, a través de su Secretaría de Desarrollo Económico, de utilizar el proyecto Monterrey VI para facilitar la explotación de gas de lutitas mediante la técnica de fracking. En palabras de Juan Alberto Hernández del Frente Amplio Ambientalista “Llevar a cabo este proyecto que pretende transportar agua de la cuenca del río Pánuco a la zona metropolitana de Monterrey para facilitar, directa o indirectamente, el fracking en Nuevo León, es una política pública irresponsable por sus efectos ambientales, sociales y económicos”.

El proyecto Monterrey VI significará un doble daño al medio ambiente. Por un lado, quitará agua al río Pánuco y dañará el ecosistema existente en esa cuenca. Pero además, la pretensión de utilizar esta agua para el fracking ?ya sea que el agua de Monterrey VI se use directamente para fracking o que ésta libere otras fuentes ahora en uso?, significará que millones de litros de agua sean contaminados con cientos de químicos, muchos de ellos dañinos para la salud.

“El acueducto Monterrey VI en sí mismo es una obra de altísimo impacto ambiental y social y que sea considerado por dependencias estatales como un proyecto clave para la explotación de gas de lutitas incrementará aún más su impacto negativo. El fracking es una técnica de impactos irreversibles que debe ser prohibida en el país” señala Claudia Campero de las organizaciones Blue Planet Project y Food and Water Watch. Genera aún más preocupación que se busque emplear fracking donde hay una escasez de agua tal que sea necesario transportarla cientos de kilómetros, destruyendo con ello ecosistemas y gastando enormes cantidades de energía en su obtención y transporte.

Por otra parte, la población de Nuevo León está preocupada por el aumento de la actividad sísmica en la región. A diferencia de otras regiones del territorio nacional, Nuevo León no se caracteriza por ser de alta sismicidad. Sin embargo, recientemente se han incrementado en intensidad y frecuencia los temblores.

En otros países, particularmente en Estados Unidos, existen estudios científicos detallados de la sismicidad relacionada con la fractura hidráulica. A pesar que el proceso de fractura mismo sólo ha sido relacionado con sismos de baja intensidad (magnitudes de 2 a 3 grados Richter), la explotación por medio de fracking utiliza y contamina grandes volúmenes de agua, los cuales en muchas ocasiones son inyectados en pozos exprofeso para deshacerse del agua contaminada. Esta práctica puede llegar a provocar sismos de mayor intensidad como es el caso del ocurrido en Prague, Oklahoma, el cual alcanzó los 5.7 grados Richter, destruyó 14 viviendas e hirió a dos personas. En México, este tipo de pozos de inyección se conocen como pozos letrina y, por información oficial, conocemos que el agua residual de los pozos exploratorios de hidrocarburos de lutitas ha tenido este destino.

Para Francisco Cravioto de Fundar, Centro de Análisis e Investigación “resulta indispensable que se haga una investigación a fondo, con instituciones académicas y profesionistas que permitan conocer si el origen de los sismos registrados en el estado están o no relacionados con estas prácticas.

Por todas estas razones, las organizaciones integrantes de la Alianza Mexicana contra el Fracking exigimos que se paren los planes de extracción de hidrocarburos mediante fracking y que se haga una evaluación imparcial que explique el aumento de actividad sísmica en Nuevo León.

Para informar sobre éste y otros temas relacionados con las implicaciones que el fracking tendrá para nuestro país el próximo jueves 10 de abril, miembros de la Alianza Mexicana contra el Fracking participarán en un taller informativo para congresistas del estado y en un seminario público por la tarde.

El seminario “Riesgos de la explotación del gas de lutitas a través de la fracturación hidráulica (fracking)” tendrá lugar el próximo jueves 10 de abril a las 17:00 horas en la Sala de Usos Múltiples del Colegio de la Frontera Norte de Monterrey (Técnicos 277, Colonia Tecnológico).

Contacto en Nuevo León, Juan Alberto Hernández [email protected]
Aroa de la Fuente [email protected] teléfono: 5554 3001 Ext. 118; celular 55 28 94 28 14
Contacto en D.F., Claudia Campero [email protected], celular 55 30 15 63 66.

@NoFrackingMx
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nofrackingmexico.org