16/06/14
Cuando hablamos de la brecha entre el gobierno y la sociedad nos referimos no sólo a la distancia material sino, principalmente, al desbalance de poder entre ambos. Quienes ocupan cargos públicos parecen desvinculados de la obligación de informar a quienes gobiernan sobre su desempeño y la consecución de objetivos, no parecen comprometidos a justificar sus acciones ni las decisiones que toman y mucho menos a aceptar la posibilidad de que les sancionen.
En lugares donde el poder político, – por ejemplo, el de una clase política dominante – somete a las instituciones de conducción y decisión gubernamental – la burocracia, los espacios y moment...