20/05/11
La tierra ha tenido desde sus orígenes un carácter privilegiadamente social. En el México moderno, el ejido fue la figura desde la cual se constituyó por un lado la propiedad colectiva de las tierras comunales, de cultivo y urbanas; y por otro, se reconoció que la titularidad de las mismas y su gestión, emanaban de las decisiones que se daban en un núcleo constituido por una asamblea. Ésta fue quizás una de las principales conquistas de la Reforma agraria que a principios del siglo XX pretendió combatir los latifundios y la concentración de tierras en manos unos cuantos.
La tierra ejidal perdió desde entonces esa dimensión de su naturaleza emi...