03/06/13
Con profundo respeto y solidaridad a las familias víctimas de cualquier forma de violencia Voltearle la cara a los problemas puede ser un mecanismo de protección, pero también la forma más irresponsable de dejar las cosas sin resolver. La sociedad mexicana lleva años en una exótica dialéctica negación-asimilación de muchas formas de violencia. La brutalidad de la exclusión social y la marginación económica, el clasismo, el sexismo patriarcal, la discriminación racial, el abuso recurrente del presupuesto público y la corrupción, siempre vista como una cuestión moral y no como la despiadada fuerza asesina que puede ser, son sólo algunas de ella...